domingo, octubre 26, 2008

Una sonrisa no cuesta nada y produce mucho. Enriquece a quienes la reciben, sin empobrecer a quien la da. No dura más que un instante, pero su recuerdo es a veces eterno. Nadie es demasiado rico para prescindir de ella. Nadie es demasiado pobre para no merecerla. Da felicidad en el hogar y apoyo en el trabajo. No se puede comprar, ni prestar, ni robar, pues es una de esas cosas que no tiene valor hasta el momento en que se da. Y si alguna vez se tropieza con alguien que no sabe dar una sonrisa mas, sea generoso, déle la suya. Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como el que no puede dársela a los demás.

1 comentario:

Anónimo dijo...

interesante tu blog bren.. la verdad que me encanta hablar con vos, las caras que pones y las sonrisas que me regalas. Espero nunca dejes de hacerlo.
Te mando un beso bebita.


(=